31/7/16

El mercado de la vida



¿El mercado? Un lugar de encuentro.

Allá por el año 1999, cuando conocí al hombre que me lleva acompañando y queriendonos ya 16 años a pesar de todos los avatares que hemos pasado, el mercado de la Encarnación de Sevilla, con sus puestos y carritos de la compra, se convirtió en uno de nuestros lugares de encuentro.

Un hombre con la inocencia, bondad y mirada de un niño, con la sensibilidad de alguién que va por la vida con el corazón en la mano, aunque a veces duela. Permitiéndome pedirle prestada la frase a Kiko Veneno. (pincha encima)

Pues bien, hace poco y al estar desempolvando juntos algunos dibujos y collage que todavía conservo de mi etapa universitaria, me miró y me dijo "este me gusta, pero para mí. Para colgarlo en un sitio donde yo lo vea". Y sonrió.

Así, decidí entrar de nuevo en diálogo con este boceto para darle fin. Al hacerlo volví sorprendentemente al mismo punto dónde nos habíamos quedado. No a mucho camino del final, pues ya lo había dado casi por terminado. Aunque como boceto para una obra de gran formato.

Cuando me puse manos a la obra, parecía que el tiempo se había congelado. Casi después de dos décadas, que se dice pronto, sabía, sentía e intuía con seguridad por dónde y cómo tenía que seguir dialogando con él.

Y como en la vida misma, nos vamos a seguir encontrando con situaciones en las que a pesar del paso del tiempo, vamos a sentir esa magia que nos lleva al mismo punto donde nos habíamos quedado. Unas veces con el "carro de la compra" más lleno y otras más vacío.

Y es que el mercado siempre ha sido un lugar especial para nosotros. Antes y después de conocernos. Un lugar que nos une. Un lugar que siempre vamos a visitar cuando llegamos a una ciudad nueva. Porque en los mercados se ve mucho del estilo de vida y costumbres de un lugar. Porque el mercado es un lugar de encuentro. De aprendizaje. También de un idioma nuevo para un extranjero que llegó sin idea fija a una ciudad, Sevilla, dispuesto a dejarse llevar y estar abierto a experiencias nuevas.

Con esta imagen de uno de sus puestos y un carrito de la compra cargado hasta arriba, le doy las gracias por seguir llendo  todos los días a hacer la compra conmigo. Haga sol, frío o nieve. Solos o acompañados de nuestros dos "churumbeles".

¡No te rindas!

Con todo mi Amor y dedicado a Ti. Un proyecto, un boceto terminado, un cuadro, tu cuadro.

¡Feliz cumpleaños Don Holgero!

Deine Sonnenblume.

2 comentarios:

Yolande Thomé dijo...

Hola guapetona,

Me alegro de que pongas cada vez más la mano a la pintura y que te conectas otra vez con esa pasión tuya!"Deine Sonnenblume", !qué sigas buscando al sol! Y a mi también me encantan los mercados...

Un abrazo muy fuerte

PS: CRISpARTE, me gusta el juego de palabra :)

Cristina Cano Jiménez dijo...

Gracias amiga. Seguiré intentando estar en el proceso creativo. Siempre buscando.Mi lema!