21/9/16

Recordando el verano

De mis cuadernos de apuntes. 
De un viaje, un recorrido por diferentes lugares, etapa a etapa.
Sin prisa pero sin pausa. Con la familia y amigos.
Poco a poco llegando a nuestro destino, 
para después de un tiempo volver a hacer camino. 
Rumbo a casa. Cargados de buenos momentos, risas y energía
para comenzar con lo que dejamos cuando salimos.
Para seguir con nuestro día a día, y así volver a cogerle el ritmo.
Y en éste, yo, he decidido seguir haciendo lo que me gusta y necesito.
Algo que volví a poner en práctica gracias al empuje, fuerza
 y confianza de mi familia y unos amigos.
Y aquí sigo, intentando con modestia, paciencia y confianza continuar con lo mío. Simplemente para contar al mundo lo que veo y cómo miro.

St. Bertrand de Comminges (Francia)
Primera acuarela con la que rompo el "hielo".
Tomándo un Té verde.

Parador de Alcalá de Henares.
 Vista desde la piscina.
Parador de Alcalá de Henares.
 Vista desde la piscina.


Visita a Villa Mercedes.
 Torre del Mar (Málaga)
Visita a Villa Mercedes. 
Torre del Mar (Málaga)



Playa del Cañuelo (Málaga)
Día de playa en familia.

Playa del Cañuelo (Málaga)
Día de playa en familia.

Puerto de Torre del Mar (Málaga). Tomándonos un refresco.
Río Arlanzón (Burgos).
Mientras los niños intentan
 pescar algo con sus tíos.

6/9/16

La leyenda del árbol del Gingko.

Allá por el mes de Marzo de este año me topé con este pequeño dibujo del que no me acordaba. Con él una carta mía en la que explicaba mi intención de enmarcarlo y regalarselo a mis buenos amigos Marta y Rafa. Diseñado y pensado para el cuadernillo de su enlace hace ya catorce años. Una cosa que se quedó pendiente y que antes del verano terminé. Con la hojita del Ginkgo y un texto sobre su leyenda hice esta pequeña composición.  Y porque nunca es tarde, ahora ya está en su destino. 



" Cuando el mundo todavía era muy joven,
los hombres crecían juntos en los árboles 
y colgaban de ellos en parejas.

Tras una gran tempestad las hojas se
cayeron y fueron esparcidas por todas partes.

Desde entonces cada uno debe buscar 
por sí mismo a su pareja.

Dios se entristeció tanto por lo sucedido,
que se apiadó del árbol deshojado dejándole
crecer estas hojas simbólicas.

Por esto, cuando una hoja es regalada,
es señal de Amor o Afecto; y cuando dos
se encuentran y se unen, es el día
más feliz de la creación.."

(Leyenda del árbol de Ginkgo)